BEISBOL EN VENEZUELA

Luego de quedar eliminados en un juego extra en la temporada pasada, Cardenales enfrenta un reto importante: Meterse entre los cinco clasificados. John Tamargo, hombre de experiencia, ha sido el elegido para comenzar esta nueva etapa del equipo, donde se busca formar una generación ganadora.

Estar entre los cinco grandes no será fácil, sin embargo, las expectativas son altas y se comenzó a trabajar desde temprano. Miles pueden ser las razones del porqué no se clasificó, pero sin duda que la inconsistencia en el staff de lanzadores fue fundamental.

La efectividad del club fue de 5.06, la peor en la historia del elenco, y la del cuerpo de relevo de 5.69. Ofensivamente Cardenales fue el único equipo que bateó por encima de los trescientos. Robert Pérez se levantó de sus cenizas y conectó 77 imparables y remolcó 47 carreras para dar un paso más hacia la inmortalidad. Pérez se convirtió en el jugador con más dobles y anotadas en la historia de la pelota profesional. En diciembre, el equipo estaba ensamblado como se esperaba. Steven Shell, Jason Simontachi, José Santiago y Raúl Rivero habían estabilizado la rotación, mientras que Rómulo Sánchez y Ryan Houston cerraban las puertas en el final. La reacción se quedó corta y en Maracaibo, paradójicamente, no se bateó y de quedaron 13 corredores en las bases para perder 3x2 y quedar eliminados. Fue el último juego que dirigió Luis Sojo con Cardenales y la última vez que Giovanni Carrara se vistió de Cardenal, pues el primero fue cesanteado como piloto y el último se retiró del equipo.

Relevo fortalecido

En la 2009-10 Cardenales vivió momentos duros con su relevo y por ahí se escapó la clasificación. Para esta campaña las adquisiciones de Mauricio Robles y Harvey García, fortalecerán este departamento, Además, se recuperó a Cesar Jiménez uno de los pitchers más dominantes en los últimos años y quien junto a Rómulo Sánchez, Scott Patterson y Sergio Escalona, blindan el terreno para el cierre. Dan Cortés, un derecho de gran velocidad y Stephen Marek, de Atlanta, serán los cerradores. Marek viene de una muy interesante actuación entre AA y AAA con los Bravos dejando una efectividad combinada de 1.13. Como podemos ver, Tamargo podría tener el mejor bullpen de la Liga, pues hay buenos brazos de ambos lados del plato y mucha profundidad.

Rotación en “rotación”

Raúl Rivero es el único lanzador criollo con un puesto fijo en la rotación, y además, con la calidad de ser el número uno. Jarret Grube y Chan Seung Baek pueden aportar buenas salidas, especialmente el coreano, quien otrora fuera prospecto de los Marineros y miembro de la rotación de ese club por un buen período. Baek, es quien tiene más experiencia en este grupo. Luis Villarreal, de amplia experiencia en Ligas Independientes y en Puerto Rico, será el cuarto iniciador del club, aunque no precisamente sea ese lugar el que ocupe en la rotación. Su versatilidad para poder relevar y abrir lo hace una pieza interesante, más el hecho de llegar en plena forma.

Antes de la incorporación de Vladimir Núñez, Cardenales necesitará un abridor más, de los más proyectados para eso son Carlos Rivas y Winston Márquez. En líneas generales, este departamento será el más observado por Cardenales sobretodo el principio, pues ya con Núñez, Henry Bonilla y los posibles cambios de rol de Cesar Jiménez y Juan Rincón, este staff tendrá otro rostro.

La ofensiva en expectativa

Ante la poca o nula acción que tuvieron varios jugadores criollos como Robert Pérez, Luis Jiménez, Tomás Pérez, Luis Ugueto y el propio Tom Evans, Lara decidió comenzar sus entrenamientos con mayor prontitud. Si bien todos hemos visto la capacidad de batear de los antes nombrados, también es cierto que un año más de inactividad puede pesar. Sin embargo, junto a Liddi y José Yépez, Cardenales espera una buena producción de Luis Valbuena, quien se reportará temprano para ser el eje en la ofensiva de Lara. De igual manera Freddy Parejo y Hernán Iribarren, pueden estar en las bases y crear presión con su velocidad. Cardenales tendrá que jugar de forma agresiva, aprovechar las brechas y tomar iniciativa hasta que el grueso del line up tome el ritmo. En noviembre se incorporan Alcides Escobar, campeón bate de la 2009-10 y Cesar Iztúris, quienes le darán más profundidad el ataque.

Banco fortalecido

Uno de los puntos más fuertes del Cardenales para este año será sin duda su banca de suplentes. Hombres como Tomás Pérez, Luis Ugueto, Carlos Durán, Alex Delgado, Javier Herrera, Guilder Rodríguez, Edilio Colina y compañía, le darán al manager John Tamargo muchas herramientas para utilizar. Hay contacto, poder, defensa y velocidad, por lo que no habrán excusas para alternar a la gente. De hecho esta profundidad en la banca podría ser la alternativa para que la ofensiva puede ser constante, pues deberían jugar los que más estén en forma.

El arranque será decisivo

La temporada pasada, Cardenales apenas ganó cinco juegos en octubre y luego le costó mucho meterse en la pelea por la clasificación. Este año deber ser diferente. Ante la posibilidad de mejorar el elenco luego del 15 de noviembre con las incorporaciones de Cesar Iztúris, Alcides Escobar, Vladimir Núñez y otros, se hace imprescindible tener buen record para esa fecha, pues el torneo tiene la tendencia a complicarse mucho, ya que todos los elencos recibirán piezas nuevas. La meta de John Tamargo es conformar un team work que le permita alternar sus piezas y mantener un alto nivel de juego. Su manejo del club house será muy importante en cuanto a sobrellevar los egos de algunos jugadores veteranos, quienes deberán jugar en la medida que puedan rendir. Tamargo sabe de estos asuntos, pues ya pasó por Magallanes y Leones, por lo que esa experiencia adquirida, le será de mucha ayuda. Cardenales tiene como meta, primera entrar entre los cinco sin importar el lugar, luego es que comenzará la lucha por el título. El club nominalmente pareciera tener las piezas, pero como se dice: hay que jugar los partidos para poder ganarlos y Cardenales tiene que salir con la mentalidad del día a día. No esperar mucho ni apresurarse, sino ir en constante evaluación para que luego no se haga tarde.

Richard Gómez

John Tamargo está consciente de su responsabilidad con Cardenales de Lara, en lo que significa su regreso al beisbol venezolano. "Estoy muy contento de volver a Venezuela. La prioridad de nosotros es avanzar a los playoffs como mínimo", declaró el manager de los crepusculares en su llegada a Barquisimeto. Esta será su cuarta temporada como estratega en Venezuela. Su primera fue aquella de la 96-97 cuando se llevó el título con los Navegantes del Magallanes. Con los eléctricos volvió en la 97-98, mientras que en la 2001-2002 mandó en los Leones del Caracas. "Por lo que he escuchado y sé del equipo, estamos muy bien ofensivamente", agregó. "Los importados ayudarán mucho al equipo". Apenas arribó vía aérea a Barquisimeto, se trasladó a las prácticas en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez. Compartió con sus dirigidos y parte del cuerpo técnico. "Vamos a revisar y hacer el análisis para definir la rotación de abridores", acotó. Tamargo también dijo que conocía el trabajo de lanzadores como Mario Martínez y José Jiménez, jóvenes promesas del conjunto crepuscular. Tamargo tiene récord global de 81-59 en Venezuela, según reporte del recopila- dor estadístico Juan Carlos Arias. La práctica de ayer fue un juego interescuadra que no pudo terminar por la fuerte lluvia que cayó en Barquisimeto. No obstante, hubo tiempo suficiente para que Álex Liddi y Oswaldo Navarro hagan su primer contacto con el terreno. Liddi, el segundo importado que llega (Tom Evans), viene de jugar en doble A de los Marineros de Seattle. "Apenas me ofrecieron el trabajo dije que sí. Tenía muchas ganas de venir a Venezuela, porque he escuchado mucho de jugadores venezolanos que están en Seattle", apuntó. Liddi jugará en la antesala, aunque aclaró que también puede emplearse en primera. En el caso de Navarro, celebra su regreso a Grandes Ligas con los Astros de Houston. "Quiero jugar más con Cardenales esta campaña. Al principio, tengo chance de hacer el equipo grande el próximo año en Houston", apuntó Navarro. "Debo trabajar un poco más en mi ofensiva".